Santiago Alonso Criado, en una fotografía familiar, hacia 1930 |
Santiago Alonso Criado era un Maragato de pura cepa.
Alto, rubio y de ojos claros. Era natural de Quintanilla de Somoza, comarca de la Maragatería, donde nació en
1863. Hijo de labriegos con propiedades, fue el penúltimo de seis
hermanos.
El padre, con muy buen
criterio, envió a los hijos a la Universidad. Los dos mayores, Matías y
Manuel, estudiaron Leyes en Salamanca y
los dos pequeños, Santiago y Daniel,
Ingeniería y Medicina respectivamente, en Madrid. Las dos hijas se quedaron
en Quintanilla, como era habitual en aquella época.
El mayor, Matías, fue Secretario Personal de Emilio Castelar, Presidente de la Primera Republica
Española, y tuvo que marchar al exilio en 1874, saliendo de Lisboa hacia Argentina.
Años más tarde los demás hermanos
siguieron su estela.
Pero centrémonos en Santiago
Alonso Criado, el ingeniero agrónomo. Va a viajar a Buenos Aires
hacia 1889, junto con su hermano menor, Daniel, el médico. Pero no se quedarán en la gran ciudad, con sus
hermanos mayores. Ambos continúan por el río Paraná,
hacia el norte, donde se asientan en
Santa Fe, aguas arriba de Rosario. Daniel, acabará casándose alli con una joven,
también inmigrante de origen suizo y de apellido Vionnet.
Es la época de repoblación
del Gran Chaco Austral, entre Argentina y Paraguay. Como ingeniero agrónomo el Gobierno de Santa Fe le encarga en 1890, la medición y roturación de esta gran
zona. Durante 10 años desempeñará
este mandato en lugares donde – según sus propias palabras – se vivía siempre
a caballo y con la pistola al cinto o el rifle en la mano. En 1900, finalizado su trabajo,
recibe del Gobierno una excelente paga y
parte para Montevideo, donde vive su hermano Matías, ya casado con una dama
del sur de Brasil.
Para entonces, Matías ya era
una personalidad en Uruguay, como abogado
y diplomático. Fundador de dos periódicos y recopilador legislativo. Allí pasó
Santiago una temporada. Comenzando el siglo XX, ambos hermanos regresan a
España. Matías, temporalmente, para diversas gestiones consulares y honoríficas. Santiago para
quedarse definitivamente en su tierra maragata.
Un día del verano de 1901,
conoce en Astorga a una apuesta joven, que habita en en el número 2 de la Plaza Mayor. Es
Julia del Egido Casado, la hermana
pequeña de mi abuela Aurelia. Era muy guapa y elegante, pero vestía de negro. Llevaba
luto riguroso por su padre, Claudio del Egido, comerciante leonés, asentado en Astorga y recientemente fallecido.
Santiago y Julia se casaron un 26 de Mayo de
1902, ya aliviado el luto familiar de la novia. Y el viaje de novios fue a Paris. El nuevo
matrimonio se instaló en el piso primero de la citada casa de la Plaza Mayor astorgana.
Hasta 1909, la familia
Alonso del Egido llevó una vida apacible. Viajaban con frecuencia.
Visitaron Lisboa, Sevilla, San Sebastián.... y veraneaban en
Santander. No tuvieron hijos. Recibían visitas de los Alonso Criado de América. Manuel
vino una vez aunque
Daniel no lo hizo nunca.
Matías venía con bastante frecuencia. Viajó a España en 1908, 1912 y 1920. En una de sus visitas, pagó los gastos de restauración de los dos maragatos que adornan el reloj del edificio municipal de Astorga, y en agradecimiento, el Ayuntamiento puso su nombre a una recoleta placita próxima a la muralla, que aún se conserva. En justa correspondencia, Matías hizo lo propio con el nombre de la capital maragata, en el callejero de la ciudad de Maldonado, Uruguay.
Matías venía con bastante frecuencia. Viajó a España en 1908, 1912 y 1920. En una de sus visitas, pagó los gastos de restauración de los dos maragatos que adornan el reloj del edificio municipal de Astorga, y en agradecimiento, el Ayuntamiento puso su nombre a una recoleta placita próxima a la muralla, que aún se conserva. En justa correspondencia, Matías hizo lo propio con el nombre de la capital maragata, en el callejero de la ciudad de Maldonado, Uruguay.
Aquellos años eran el apogeo de emigración europea hacia La
Argentina, también desde la comarca leonesa de La Maragatería.
En 1908 el Gobierno argentino nombró a Santiago Alonso Criado para el cargo
de Cónsul de Argentina en Astorga. El cargo fue ratificado por el rey Alfonso XIII en 1909.
Desde ese momento se atendió
la actividad consular para toda la comarca maragata, y comenzó a ondear la bandera argentina en el gran
mirador de la casa familiar en la Plaza Mayor de Astorga, que empezó así
a ser conocida como “ La Casa del Cónsul “.
Por aquella casa pasaron dos
generaciones de sobrinos, pues el cónsul no tuvo descendencia propia. Treinta
años se mantuvo abierto el Consulado, hasta 1939.
Santiago Alonso Criado se jubiló con 75 años. Fue muy sano y longevo pues aun disfrutó de 20 años más de vida. Falleció en noviembre de 1957 a punto de cumpllir los 95 años de edad.
Santiago Alonso Criado se jubiló con 75 años. Fue muy sano y longevo pues aun disfrutó de 20 años más de vida. Falleció en noviembre de 1957 a punto de cumpllir los 95 años de edad.
Descanse en paz mi querido tío abuelo Santiago .
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